El vertiginoso ascenso de Jonas Kaufmann

Muchos no dudan en calificar como el tenor N° 1 del momento a Jonas Kaufmann. Este artista alemán -nacido en Múnich el 10 de julio de 1969- vuela actualmente en las máximas alturas de la fama, a sólo ocho años de su gran debut en el Metropolitan Opera House de Nueva York en 2006 como Alfredo en “La traviata” junto a Angela Gheorghiu. Desde entonces su actividad entró en una vertiginosa carrera de presentaciones que han llenado una apretada agenda.

Con las ocho funciones de “Werther” que protagonizó en el Met a principios de este año, Kaufmann completó medio centenar de presentaciones en el coloso neoyorquino.

Haciendo un recuento sólo de su más reciente actividad, señálese que 2010 fue un año muy intenso, brindando una enorme proyección a Kaufmann. En enero y febrero, tras cantar en “Carmen” en el Met y La Scala, vino un momento muy trascendental cuando asumió de modo soberbio el rol titular de “Werther” de Massenet en la Opera de París. Esta actuación, no sólo impactó generando emociones extremas en las audiencias, sino que vino a marcar un antes y un después en el abordaje del atribulado poeta. En julio, un nuevo golpe, al encabezar el reparto de “Lohengrin” de Wagner en una polémica producción de Bayreuth, y en agosto, una fenomenal “Adriana Lecouvreur” de Cilea en la Opera de Berlín otra vez con Angela Gheorghiu, repetida dos meses más tarde en el Covent Garden de Londres.

2011 partió con “Fidelio” y “Carmen” en München, un nuevo “Werther” en Viena y “Tosca” en La Scala. A siete funciones como Siegmund en “La walkiria” en el Met – que culminaron con una función transmitida a todo el mundo – siguió un inmediato viaje a Berlín para cantar “La canción de la tierra” de Mahler junto a Anne Sofie von Otter y la Filarmónica de esa ciudad dirigida por Claudio Abbado.

Luego, “Tosca” en el Covent Garden con la Gheorghiu, y nuevas participaciones en “Fidelio”, “Carmen” y “Lohengrin”, aparte de memorables recitales al aire libre en Viena y München junto a Anna Netrebko y su marido, el bajo Erwin Schrott. Ese 2011 lo cerró en forma triunfal en “Fausto” en el Met, incluyendo una función incorporada en la serie Met Live in HD.

2012 lo tuvo en varias de las óperas ya señaladas, ampliando el espectro de teatros, pero también con algunos problemas de salud que lo obligaron a cancelar algunos compromisos, entre ellos su debut en “Los troyanos” en Londres. Superado este pasajero traspié, incorporó luego el rol de Baco de “Ariadna en Naxos”, que estrenó en Salzburgo, y en diciembre fue la gran figura de la apertura de temporada de La Scala de Milán, en una nueva producción de “Lohengrin”, dirigida por Daniel Barenboim.

En el año 2013 comenzó con siete funciones de “Parsifal” en el Met, seguidas por “Don Carlos” en Londres y Salzburgo, y su primera incursión como Manrico en “El trovador” en München. También estuvo en mayo en Dresden en un gran concierto en homenaje al bicentenario del nacimiento de Richard Wagner.

Con las ocho funciones de “Werther” que protagonizó en el Met a principios de este año -la última de ellas transmitida en directo al Teatro NESCAFÉ de las Artes como parte del ciclo Live in HD-, Kaufmann completó medio centenar de presentaciones en el coloso neoyorquino.

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