Este 26 y 27 de agosto llegará a nuestra sala «La ciudad sin ti», obra de la Compañía Chilean Business en la que Claudia Pérez y Rodrigo Muñoz adaptan una selección de crónicas de Pedro Lemebel, para invitar al público a mirar la realidad desde la mirada única del emblemático escritor chileno.
«Pedro hablaba de la realidad chilena, escarbaba en nuestros dolores, metía el dedo en la llaga, pero con la belleza poética y la pluma certera y libre que tenía», asegura Claudia Pérez.
Sobre los orígenes de este montaje, Pérez recuerda: «Pedro nos llamó cuando estaba enfermo para hacer una nueva obra con él, pero ni él ni nadie pensaba que iba morir». Ya habían trabajado juntos en tres oportunidades: primero hicieron «De perlas y cicatrices», basada en un compilado de crónicas del libro homónimo; después «Tengo miedo torero»; y luego «Cristal tu corazón».
Cuando llegó esta nueva propuesta no dudaron en aceptarla. «Obviamente le dijimos que sí (…) Y ahí empezamos a trabajar, a elegir las crónicas. De repente, él empeoró de un día para otro. Luego la cosa se puso más homenaje, se fue transformando la obra. Pedro trabajó hasta el último día de su vida», recuerda la actriz y directora.
Demostrando su respeto y admiración por Lemebel, la artista asegura: «Pedro tenía que ver con lo que nosotros estábamos buscando: hablaba de la realidad chilena, escarbaba en nuestros dolores, metía el dedo en la llaga, pero con la belleza poética y la pluma certera y libre que tenía, porque nunca le debió nada a nadie, siempre dijo lo que quería».
– ¿Cómo seleccionaron las crónicas que se retratan en la obra? No parece una tarea sencilla…
Uno podría hacer todas sus crónicas. De hecho, yo adapté muchas más crónicas de las que quedaron en la obra. Conocemos bastante el trabajo de Pedro, he leído sus libros, pero hay que revisitarlos para ver si tienen posibilidades dramáticas y teatrales. No es lo mismo la literatura y la poesía, que la acción y el teatro. Entonces vimos las crónicas que tenían más posibilidades, también crónicas emblemáticas que para Pedro eran importantes y dos crónicas que nosotros remontamos de «De perlas y cicatrices». Fue una sumatoria de cosas que nos llevaron a elegir las que hoy están en la obra. Principalmente son las que a él le gustaban y eran especiales, como «Margarito», que Pedro decía que era su favorita.
– Ustedes han dicho que estas crónicas de Lemebel se complementan con la búsqueda de la compañía de interpelar al espectador, mostrando realidades que muchas veces no se quieren ver. ¿En qué consiste esta idea?
Como compañía, siempre hemos tenido una temática social, desde nuestra primera obra. Creemos que el teatro es una herramienta de transformación social; para nosotros es importante hablar de la contingencia, hablar de nuestra realidad chilena. Siempre nos hemos inspirado un poco en nuestra realidad, incluso la obra Winnipeg (con la historia del barco de refugiados españoles que llegan a Chile junto a Pablo Neruda), la hicimos desde la mirada actual, de que no hay voluntades políticas, del sentido de propiedad e individualista. Entonces es mirar nuestra sociedad e interpelar al espectador, pero de forma irónica, reflexiva y entretenida. Que la gente se sienta identificada, que sienta que se dicen cosas que a ellos les gustaría decir, pero con otra belleza y con una dimensión teatral que abre otras ventanas en el espectador. Tú puedes leer una crónica o un texto, pero el teatro entra por la emoción, por una luz y una música determinada, y eso hace que veas la realidad desde otro punto de vista y te abre otras dimensiones.
– Manuel García hizo el tema principal de la obra, ¿cómo llegó a este proyecto?
Conocíamos desde antes a Manuel, en otro contexto, y él conocía nuestro trabajo, lo habíamos invitado a nuestras obras, habíamos hablado que nuestros temas se vinculaban a los suyos. Eso de rescatar nuestra idiosincrasia y elevarla a un nivel poético. Y admiraba mucho a Pedro. Cuando él murió, por cosas de la vida, me llegó una foto donde aparecen ambos y justo estábamos buscando al músico de la obra. Nos reunimos con Manuel, se lo propusimos en un ambiente cotidiano y dijo al tiro que sí. Fue a vernos a un ensayo, le encantó y en cuatro días tenía el tema. Lo pusimos y todo el elenco se puso a llorar, porque tenía mucho que ver con lo que estábamos hablando. Le pregunté a Manuel cómo llegó a esa poesía y me dijo: «Llegué a mi casa inspirado por su ensayo y la guitarra habló».
– Estrenaron «La ciudad sin ti» en 2015, ¿cómo ha sido la reacción del público?
Es muy bonito lo que sucede con esta obra, porque es medio catártico. Siempre las funciones terminan con la gente de pie aplaudiendo, y no lo digo con afán ególatra, sino porque está la memoria viva de Pedro, que acaba de dejarnos. Hay mucha gente que lo admira y lo ama. También está en las letras y en el montaje lo que sucede ahora, esa rabia de los indignados, de la injusticia social, de la clase política, de la elite, de la discriminación y de la falta de tolerancia. Eso está muy bien retratado en la obra y además en una forma muy poética y bella que es la letra de Pedro. Tengo la sensación de que la gente se va del teatro diciendo: «Chuta, se dijo todo lo que yo quiero decir, pero de una manera bella y artística». Pasa una cosa catártica, que la gente se para a aplaudir y corea a Pedro.
¿Qué expectativas tienen de sus presentaciones en el Teatro NESCAFÉ de las Artes?
Para nosotros, el Teatro NESCAFÉ de las Artes es emblemático. Muchas veces he querido estar ahí con mis obras. Es un sueño cumplido, porque he estado con otros montajes, pero ahora invitaron a nuestra obra de nuestra compañía. Es muy emocionante porque es un teatro iconico que está en el centro de la ciudad, que lleva muchos años y con muchas historia por donde han pasado grandes compañías y grandes grupos musicales. Subimos un escalón como compañía en nuestra historia. Tenemos muchas expectativas, que el público vaya y que le guste.
“La ciudad sin ti”
Viernes 26 y sábado 27 de agosto – 21:00 horas
Entradas a la venta en Ticketek y sin cargo por servicio en boleterías del Teatro.
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